La Depilación Médica se basa en tratar con una luz muy específica (producida por Láser o IPL) una zona, con el objeto de eliminar el pelo. Para que el  tratamiento sea eficaz y debe estar realizado correctamente bajo supervisión médica, o por un profesional de la salud universitario (no existen técnicos en depilación ni asistentes) es médico o kinesiólogo supervisado por el medico.

El tratamiento consta de una serie de sesiones, que se deben realizar cada 30 a 60 días unas de otras, dependiendo de la zona.

 La depilación médica láseres el método más seguro y eficaz del mercado porque calienta gradualmente la zona de la piel donde se ubican los folículos pilosos (la raíz del pelo) hasta producir su completa eliminación, sin afectar la superficie de la piel. Este aumento de la temperatura debe ser percibido por el paciente. Es normal notar que los pelos se comienzan a caer a partir de los 10 días posteriores a la sesión aproximadamente

Es importante que antes de comenzar un tratamiento de depilación médica láser, el paciente realice una consulta con el médico responsable del centro. En esta consulta el médico revisará la historia clínica del paciente, y evaluará el tipo y color del pelo y la piel en la zona a tratar, con esta información definirá los parámetros de tratamiento.

Antes de comenzar cada sesión de depilación médica, se enciende y se configura el Láser Médico con los parámetros dados por el médico, según la evaluación que hizo previamente. Cada paciente tiene características únicas que demandan una dosis particular en cada sesión. NO todos los pacientes son iguales.  De esta manera se asegura que el tratamiento sea eficaz y que el láser entregue la luz en los pulsos de energía necesarios según el tipo de piel y el tamaño de la zona a depilar.